Darwin Nicolas Patino is a Student Ambassador from Ecuador and a student of Electric Energy Engineering at the University of Bolonia.
Published on 23 June 2025 | South America
Desde que tengo memoria uno de mis sueños ha sido estudiar en el extranjero, por lo cual la emoción y decisión de cumplir con este largo viaje siempre han estado conmigo. Cuando llegó el momento de la elección me enteré de las oportunidades que ofrece la Universidad de Bolonia y al descubrir su reputación y el plan de estudio de la carrera que me gustaba quedé encantado. Por este motivo, el momento en el que revisé mi página de admisión y vi que fui aceptado por la Universidad de Bolonia, solamente pude estallar de alegría y compartirla con mis padres y amigos. Posteriormente, mientras el día del viaje se acercaba, me agarró un poco de nostalgia ya que sabía que no iba a ver mis seres amados por mucho tiempo. Sin embargo, las expectativas de todos estaban por los cielos pensando en la oportunidad que estaba a punto de tomar y eso fue un impulso para ir con la mejor predisposición.
Irse es difícil, pero si alguien me preguntara ahora si merece la pena mi mejor consejo es ¡que lo haga! No hay mejor decisión que salir tu zona de confort y estar abierto a nuevas oportunidades, nuevas emociones y hasta preocupaciones. El camino es donde está el sentido de hacerlo. Obviamente no todo será color de rosas y a veces se presentarán problemas, pero, un día simplemente veras atrás y te darás cuenta de que esos problemas solo fueron pequeñas trabas y que las amistades, enseñanzas, risas, viajes, estudios, habilidades que haces en el camino, es lo que en verdad se queda contigo. Vas a ver cuánto creces personalmente y no solo en tus conocimientos académicos, pero también en tu forma de ver el mundo, de valorar las cosas y ser la mejor versión que puedas llegar a ser.
Al momento que llegué a Bolonia me cayó una ola de shocks culturales: los saludos, la forma de expresarse, los horarios de comida, entre muchas cosas más. Sin embargo, una de las cosas que más me impresionaron, fue la propia vida en la ciudad. Luego de venir de una ciudad donde hay un sin número de edificios gigantes, modernos, centros comerciales enormes en partes sumamente transitadas, me dio un cambio impresionante al darme cuenta de que la cantidad de grandes estructuras en Bolonia es minúscula. Por ejemplo, los centros comerciales están lejos del centro, las calles son estrechas (pero hermosas), los restaurantes se encuentran en cada calle, la circulación de bicicletas es gigante y la universidad está dispersa en toda la ciudad. Este conjunto de cosas hace que Bolonia sea perfecto para estudiar, hacen que cada día se sienta mágico, tal como si estuvieses en una película.
En Unibo me sorprendió que la nota total del semestre por materia está definida únicamente por una prueba final (sea escrita, oral o ambas). En mi país, por ejemplo, existen pruebas, lecciones y notas parciales en el transcurso de todo el semestre. ¡Me costó acostumbrarme y estudiar tanto, pero ahora puedo decir que es llevadero y aún más rentable! Como el examen es uno único la organización depende de cada uno y te lleva a tener que arreglarte según tus propios compromisos.
Cuando recién llegué y traté de socializar con chicos de la clase fue sumamente divertido: recuerdo que el primer día que puse un pie en la facultad, tuve nervios de acércame y hablar con alguien ya que, aunque hablaba italiano, no tenía aun la confianza de entablar una conversación con algún oriundo. El problema es que en cierto punto estuve buscando en el traductor del celular cierta palabra para no equivocarme al conversar cuando de repente una chica desde el asiento de atrás me toco el hombro preguntándome si había entendido la clase, ¡yo que estaba inmerso en el celular me espanté y me equivoqué exactamente en la palabra que estaba buscando en el traductor! Gracias a esto pudimos echarnos unas risas con la chica y entablar una conversación más natural. Esta fue mi primera interacción con alguien de la universidad y ahora que la recuerdo se me hace sumamente divertida ya que en el momento sentía nervios por el idioma.
En aquel momento entendí que viajar hasta la Universidad de Bolonia fue una de las mejores decisiones. Si pudiera hablar con mi mismo del pasado le diría: “No déjate espantar por el hecho de salir de casa a un mundo que no conoces, ahí es donde recae lo bonito de la experiencia. Unibo es una gran universidad, una de las mejores del mundo, y esto va desde su educación hasta la propia vida, amigos y risas que harás en tu jornada. Hazlo.”