Mariangela Mérida is a Student Ambassador from Panama and a newly graduate of Pharmacy at the University of Bologna
Published on 17 June 2025 | South America
Al llegar y (re)iniciar mi vida social me di cuenta de una cosa: por más diferentes que sean nuestras culturas, todos somos iguales. En mi caso, no siento que la cultura italiana esté tan distante de la cultura latinoamericana (somos alegres y nos gusta comer). Sin embargo, al inicio fue claramente un cambio muy radical pasar de un país a otro y tener que aprender todas esas cosas que no te enseñan en los cursos de italiano (estamos hablando de que hay que aprender desde el lenguaje coloquial hasta los memes del momento). Pero gracias a personas muy bonitas, que hicieron de ese nuevo inicio una experiencia bonita también, aprendí que al final somos todos iguales: nos aburrimos en las mismas clases, nos emocionamos por un día soleado (porque podemos hacer un picnic en el parque), nos gusta un buen gelato cremoso…somos seres humanos. Siempre habrá un alma gentil que te dé una mano cuando la necesitas. Muchas personas se paralizan ante la idea de mudarse a un país tan diferente, pero la verdad es que no es tan malo como parece (al contrario, se vuelve cada vez más hermoso).
Bolonia es una ciudad universitaria y quien sea te lo puede confirmar. Por eso ser estudiante en Bolonia es tan genial: tienes una enorme comunidad de jóvenes con los que puedes congeniar, mil lugares que puedes visitar, descuentos y oportunidades solo por ser estudiante, entre muchas otras cosas. A mí en lo personal me encanta conocer nuevas personas y siento que Bolonia ha sido muy buen lugar para eso. Quien tiene esta oportunidad, debe aprovecharla. Venir a Bolonia no es solo estudiar una carrera, sino aprender un idioma más, conocer una nueva cultura, ampliar tus horizontes… Además, Bolonia es solo el inicio: Unibo te abre las puertas a otros países también, gracias al Erasmus, te conecta con profesionales y te da la oportunidad de conocer muchas personas magníficas.
#3 - No dan tareas, lo cual es GENIAL (básicamente se basan en la teoría de que somos adultos responsables y no tienen que obligarnos a estudiar) pero también tienes que saber que tu nota final dependerá 100% de cómo te vaya en el examen.
#2 - suele haber un solo examen final por materia, ósea que no puedes estudiar de un día para otro (como amaba hacer), sino que tienes que tomarte tu tiempo, lo cual hace que tengas que dividir los exámenes que sostienes en diferentes sesiones.
#1 (un absoluto mindblow) - la mayoría de los exámenes son orales (momento de silencio para la Mari que no estudió lo suficiente para Anatomía y que terminó inventando nuevos órganos frente a toda la clase). Es muy diferente prepararse para un examen de respuesta múltiple que para dar un discurso detallado del tema. Los profesores son personas expertas en la materia, así que no se les puede “echar cuento”. Una vez que le agarras el truco al estudio, las cosas mejoran (y las notas también).
Recuerdo con mucho cariño mi primer día de clases. Estaba muy nerviosa, porque no conocía a nadie y tenía muchas dudas sobre si me irían a aceptar, siendo yo una novata en el italiano (contar un solo chiste en italiano requería del 99% de mi capacidad mental - el otro 1% lo usaba para respirar entre cada frase). Así nerviosa, entro a la facultad y veo una marea de gente, pero yo no tenía ni idea de hacia dónde ir y, por pena a preguntar, yo solo comencé a dar vueltas por ahí, intentando encontrar mi aula. Y de pronto, aparece una chica superdulce -imagínenla iluminada por un rayito de sol que sale de entre las nubes - y me pregunta si yo también estoy buscando el aula x, a lo que respondo de la única manera que me nació: “Siii!!!!! Grazie mille, sei un angelo!” (la emoción era mucha). Ahí perdí mi oportunidad de ser la chica misteriosa de la clase, pero gané algo más valioso: a mi primera amiga de la universidad. Al final sí encontramos el aula.